La vida sigue su curso, y por muchos deseos que pidamos, por muchas cosas que queramos, no siempre las tendremos. Y después, los cambiamos. Cuando nunca te gusto pintarte las uñas, de repente un dia encuentras una caja llena de pintauñas y te pasas el día haciendo estampados de uñas. Cuando nunca te gustó sacarte fotos, de repente un día empiezas a sacar fotos. Y así continuamente con las cosas que no te gustan. Aunque hay cosas que no cambiarán por mucho que queramos, no podemos desear que nos odie alguien cuando te quiere, no podemos obligar a nadie a dejar de querer a alguien. Y de repente, te sientes tan sola que te centras en la música, conoces grupos que te cambian la vida, te pasas el día encerrada bailando y cantando. Es todo muy extraño, lo sé. Yo lo vivo, todos lo vivimos. Nuestra vida es la música, nos refugiamos en ella y creemos que es la única que nos entiende aparte de nuestros posters y nuestros sueños. Solo te hace feliz eso. Tus amigas y tu cambiáis cada una por su lado, pero seguís juntas. Y de repente, un día que quedas con una de tus amigas todo cambia. No es como antes, es todo risas y tonterías mientras decimos entre dientes: "Edad del pavo, joder" Pero esa edad es la mejor, aunque seamos mas pijos y tontitos, nos sentimos mejor y nos divertimos mas que nunca. Pero nos tomamos las cosas más en serio, y cuando nos enfadamos no sabemos controlarnos. Pero bueno, qué se le va a hacer, maldita adolescencia.
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