En mi cumpleaños, mientras veía Glee con mis amigas a las 4 de la mañana, te quedaste dormido en el colchón que habíamos puesto en el salón y no pudimos dormir.
Después, empezaste a salir al jardín y a la entrada de casa, y aunque fueras callejero, tenias miedo.
Ahora a pasado un año, de enfados y de alegrías, de arañazos, de miles de cosas rotas, pero se nota que no has cambiado, porque sigues igual que siempre.
Te quiero, mi pequeñajo : )
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